La cifra oficial de fallecidos de la Delegación del Gobierno en Madrid era de 45 muertos, 19 heridos graves y 35 ilesos, pero una fuente de los Servicios de Emergencia señaló que el número de fallecidos era mucho mayor y que sólo unos 25 habían sobrevivido.
"Están sacando cadáveres carbonizados y el avión está completamente destruido", dijo un portavoz de los Servicios de Emergencias a Reuters.
"Lo único que se veía eran cachos de avión por todos los sitios y todo calcinado (...) el avión ha caído en un pequeño arroyito, y eso estaba sin quemar, lo demás, todo calcinado", dijo un trabajador del aeropuerto que ayudó en los primeros momentos del accidente, a TVE.
El aparato, un McDonnell Douglas MD-82 que cubría la ruta entre Madrid y Gran Canaria con 164 pasajeros y 9 tripulantes, se incendió al despegar a las 14:45 horas por motivos desconocidos, originando gruesas columnas de humo sobre la pista.
En el lugar, donde se trasladaron 50 ambulancias y quedaron montados cuatro hospitales de campaña, un testigo de Reuters vio el aparato al final de una de las cuatro pistas de Barajas, pero dentro del perímetro del aeropuerto.
El tráfico aéreo se estaba viendo ralentizado en el aeródromo madrileño, hasta donde se dirigieron el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, según medios.
Spanair informó de que había puesto a disposición de los familiares de las víctimas el teléfono 800 400 200.
AENA ha convocado una rueda de prensa para esta tarde para informar del alcance del accidente.
Decenas de parientes comenzaron a llegar al aeropuerto de Las Palmas, donde psiquiatras de la Cruz Roja les atendían en una sala, apartados de los medios de comunicación.
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